Ernest Renan |
© 2013 Eduardo Ruigómez |
Pienso en imágenes que reflejen esa sensación de avance sin ruta, como la de un marinero en la niebla: el marinero rema de forma intuitiva, y aunque no vea nada, sí oye el agua. Cada movimiento es un sonido mudo que descifra el contexto, pero no resuelve.
O la bailarina y el frufrú de su vestido de seda cada vez que roza al moverse: se desliza suavemente, evoluciona pasos de danza en un círculo infinito, mientras la melodía mantiene la magia a flote. El frufrú nos mantiene alertos, curiosos. Aún así el tiempo se atasca y surge una sensación de déjà vu...
Un fin de siglo desorientado, durmiendo en la dulce angustia del privilegiado y la urgencia de salidas de progreso.
© 2011 Eduardo Ruigómez |