Magritte - Le monde perdu (1928) |
El efecto es inquietante e invita al intento de la interpretación, tan difícil como algo parecido a deducir una película mediante la visión de unos pocos fotogramas. Al igual que en una película de Hitchcock, contamos con unas pistas que despierten nuestra imaginación. Pero lo interesante de Magritte es la forma en que transgrede las reglas de los lenguajes, sustituyendo imágenes por palabras. Magritte nos está diciendo que "en un cuadro, las palabras son de la misma sustancia que la imagen" y que "una palabra puede tomar el lugar del objeto en la realidad".
Eduardo Ruigómez - Widersize (2012) |