martes, 17 de marzo de 2015

La perpetua mímesis que puebla el universo de duendes entrañables

La fantasía inunda el mundo que nos rodea. Basta con mirar hacia arriba cuando caminamos, da igual que sea una calle bulliciosa o un prado refulgente. Mirar de forma inocente proporciona sorpresas agradables, transformando el significado de lo que vemos. ¿Cómo interpretamos lo que vemos, si lo real queda mediatizado por las emociones que provocan nuestros sentidos? Una nube puede ser un borrego y un borrego ser una nube. Hay magia a nuestro alrededor. Basta con abrir los ojos y ejercitar la mirada abierta. Toc toc.

© 2015 Fotografía de Eduardo Ruigómez - Borreguito de algodón (2015)

© 2015 Fotografía de Eduardo Ruigómez - Nubecillas blancas (2015)

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