Despoja lo superfluo, modela la esencia

Foto grafía de Eduardo Ruigómez - Escultura de Santiago Costales

Aquel negrito de los hermanos Moro

Yo soy aquel negrito
del África tropical,
que cultivando cantaba
la canción del Cola Cao.
Y como verán ustedes,
les voy a relatar
las múltiples cualidades
de este producto sin par.
Es el Cola Cao desayuno y merienda.
Es el Cola Cao desayuno y merienda ideal.
¡Cola Cao, Cola Cao!
Lo toma el futbolista para entrar goles,
también lo toman los buenos nadadores.
Si lo toma el ciclista, se hace el amo de la pista
y si es el boxeador, (bum, bum), golpea que es un primor.
Es el Cola Cao desayuno y merienda.
Es el Cola Cao desayuno y merienda ideal.
¡Cola Cao, Cola Cao!

Las aventuras siempre se desmandan

<<Guillermo iba en silencio. Era extraño cómo se las arreglaban las aventuras siempre para desmandarse y salirse del dominio de uno...>>. Invirtiendo los términos previsibles, utilizo esta cita tomada de Guillermo el genial, de Richmal Crompton, para invitar a la lectura de un libro de Fernando Savater sobre el proscrito Guillermo Brown, referente de los lectores de los años 50 y 60 en España. El texto de Savater, El triunfo de los proscritos, se encuentra en su libro La infancia recuperada (1976), editado por Taurus. Así arranca su texto: << Siempre que encuentro alguien más o menos de mi edad, de gustos teóricos o éticos semejantes a los míos, alguien, en suma, que entiende la vida como yo (es decir, que no la entiende en absoluto), no tengo que bucear mucho tiempo en lo más íntimo y congenial de sus recuerdos para que aparezca, nimbado de gloria, Guillermo Brown.>>

Richmal Crompton - Guillermo el genial (1924). Ilustrado por Thomas Henry.

Portada del libro Guillermo el genial montada sobre fotografía de Eduardo Ruigómez con los libros de las aventuras de Guillermo, escoltadas por unos "donuts", esculturas de Jennifer Brinton Robkin.