lunes, 28 de noviembre de 2016

Ken Loach despierta los dilemas de Marx


Ken Loach                                                                                                                    Andre Piettre
La visión de la última película de Ken Loach, Yo, Daniel Blake (2016), me ha conducido a la lectura del libro de Andre Piettre: Marx y Marxismo (1957). 

El protagonista de la película, Daniel, se ha quedado sin trabajo en una edad en la que ya es difícil encontrar oportunidades, así que acude a las ayudas sociales en busca de una oportunidad de salir adelante. Sin embargo, no es capaz de vencer una burocracia rígida que le abandona por no estar familiarizado con el laberinto de las nuevas tecnologías. En paralelo conoce a una mujer soltera, Rachel, con dos hijos, que tuvo que desplazarse desde otra ciudad lejana y así esquivar que le enviasen a un hogar de acogida. Ambos, reos de una burocracia que los rechaza, intentan apoyarse mutuamente en busca de una salida.

Imagen del protagonista de la película, Daniel, ya rendido sin esperanza alguna

Marx
Andre Piettre escribió su libro a mediados del siglo XX, y Ken Loach nos regala una exquisita obra llena de vida, con sus luces y obstáculos. ¿Y por qué relaciono la película con el libro de Andre Piettre? Da igual pensar en los finales del siglo XIX o los principios del siglo XXI. Poco hemos cambiado en acercar la igualdad de oportunidades a todos. Ken Loach dice que "según el proyecto neoliberal, la mano de obra debe ser vulnerable, por que así aceptará salarios bajos, contratos basura y trabajos temporales. Y para que el trabajador siga siendo vulnerable hay que hacerle creer que la culpa de lo que le pasa es suya, que tiene lo que merece. Porque si la culpa fuera del sistema habría que cambiarlo, y eso no interesa.. En realidad, la burocracia es increíblemente eficaz en su ineficiencia".


En el libro de Andre Piettre, "Marx y marxismo", en la edición que consulto de 1964, en la página 119 he encontrado un capítulo interesante con el título "La concentración progresiva de las empresas". Cuando lo leí por la primera vez en la universidad me sedujo, al tiempo que me aterró, al descubrir el concepto de concentración progresiva de empresas. Ese proceso, si fuese real o posible, significaría que estamos construyendo una pesadilla en la que de forma utópica escalaríamos a la cima de un triángulo en cada sector con una gigantesca y única empresa, de tal manera que desaparecería la competencia, actuando fuera de control. ¿Es un sueño o una cercana realidad? ¿Podrán los artesanos sacarnos de esta pesadilla?

Apunto unas frases del libro en negrita:

Andre Piettre dice que para Marx la “concentración progresiva de las empresas…” nos lleva a nos lleva “a la fusión de un número superior de capitales en un número menor; en una palabra: a la centralización propiamente dicha”.

Proudon deja bien claro lo que significa esa concentración: “La competencia matará a la competencia”.

Y más adelante Andre Piettre recoge los efectos que pueden manifestarse: “La concentración creciente del capital conducirá,pues, a un efecto acumulativo, a la vez cualitativo y cuantitativo: no sólo acrecentará sin cesar el proletariado, eliminado las pequeñas empresas, arruinando a las clases medias, etc., sino que acrecentará la plebe innumerable, cada vez más miserable.. A la proletarización creciente corresponde, por tanto, el empobrecimiento creciente”.




martes, 1 de noviembre de 2016

Ai Weiwei, el artista omnipresente, en la catedral de Cuenca y en el Halloween de Nueva York

Un detalle de la instalación 'S.A.C.R.E.D.', de Ai Weiwei. L. S. EL PAÍS VÍDEO
 Ai Weiwei (Pekín, 1957) revive su calvario en la catedral de Cuenca hasta el 11 de diceimbre de 2016. Fue detenido el 3 de abril de 2011 en el aeropuerto de la capital china porque las autoridades consideraban que sus motivos para viajar eran confusos. El régimen comunista no podía digerir su feroz crítica y sus permanentes denuncias. Le encerró durante 81 días. Ai recreó las vivencias de ese calvario en una de sus piezas más famosas e imponentes, S.A.C.R.E.D (2011-2013), formada por seis cajas de hierro (377 x 198 x 153 cm) en las que otros tantos dioramas reproducen escenas sobre su vida en el interior de la celda. Son momentos cotidianos en los que sus guardianes no hacen alarde de agresividad, pero imponen su presencia en los momentos más privados de su supervivencia... >> sigue leyendo

Fotografía de Eduardo Ruigómez - Con Ai Weiwei en Halloween en Nueva York (2016)