domingo, 29 de mayo de 2011

Sopetón

Sopetón es mucho más que un pan tostado con aceite: si le añades tomillo, limón y un poco de azúcar, se transforma de improviso en un estallido de sensaciones placenteras. Lo descubrí hace muchos años en Castilla - La Mancha. Pruébalo y disfruta. Seguro que Robert Walser * lo tomó antes de emprender su famoso paseo. La mejor manera de empezar el día.


* Así empieza su infaltable relato El Paseo (publicado en Siruela): 
<<Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué hora, como me vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza, abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para salir a buen paso a la calle. Podría añadir que en la escalera me encontré a una mujer que parecía española, peruana o criolla. Mostraba cierta pálida y marchita majestad. Sin embargo, he de prohibirme del modo más estricto detenerme aunque no sean más que dos segundos con esta brasileña o lo que fuere; porque no puedo desperdiciar ni espacio ni tiempo. Hasta donde puedo acordarme hoy, cuando escribo todo esto, me encontraba, al salir a la calle abierta, luminosa y alegre, en un estado de ánimo romántico–extravagante, que me satisfacía profundamente. El mundo matinal que se extendía ante mis ojos me parecía tan bello como si lo viera por primera vez...>>





Fotografía de Eduardo Ruigómez - Sopetón

1 comentario:

La Almoneda de Gabriela dijo...

Ummmmm que calladito te lo tenías ,=)