miércoles, 10 de agosto de 2011

Canta el doble para que le escuchen lo mismo

La revista Behavioral Ecology publicó hace unos meses un estudio sobre el comportamiento de los pájaros urbanos y los efectos del ruido ambiental (suerte que no les afecten otros tipos de ruidos urbanos de índole social, visual, etc) en relación con el canto. La síntesis sugiere que para hacerse oír los pájaros con sus congéneres tienen que cantar el doble debido al ruido ambiental en los entornos urbanos.

<<Urban environments have become an increasingly important part of the world's ecosystems, and the characteristics that enable animals to live there are not fully understood. A typical urban characteristic is the high level of ambient noise, which presents difficulties for animals that use vocal communication. Urban noise is most intense at lower frequencies, and, therefore, species vocalizing at higher frequencies may be less affected and thus better able to inhabit urban environments. We tested this hypothesis with within-genera comparisons of the vocalization frequency of 529 bird species from 103 genera. We found that species occurring in urban environments generally vocalize at higher dominant frequency than strictly nonurban congeneric species, without differing in body size or in the vegetation density of their natural habitats. In most passerine genera with low-frequency songs, which are more subject to masking by noise, minimum song frequency was also higher for urban species. These results suggest that species using high frequencies are preadapted to inhabit urban environments and that reducing noise pollution in urban areas may contribute to restore more diverse avian communities.>>

Esto me lleva de nuevo a Lewis Carroll y su libro A través del espejo :

<< Y corrían a tal velocidad, que finalmente fue como si volaran por el aire, sin tocar el suelo con los pies; hasta que, de repente, cuando ya Alicia se estaba quedando completamente exhausta, se detuvieron, y se encontró con que estaba sentada en el suelo, mareada y sin aliento.

La Reina la apoyó contra un árbol, y le dijo con amabilidad: <<Puedes descansar un poco, ahora>>.

Alicia miró en torno suyo, muy sorprendida. <<¡Vaya, para mí que todo el tiempo he estado debajo de este árbol! ¡Todo es igual que antes!

-¡Naturalmente! Dijo la Reina--. Pues ¿cómo querías que fuera?

-Bueno, en nuestro país –dijo Alicia jadeando todavía un poco-, habríamos llegado a algún sitio… si hubiésemos estado corriendo deprisísima tanto tiempo, como hemos corrido aquí.

-Pues sí que es lento ese país! –dijo la Reina--. Aquí, como ves, necesitas correr con todas tus fuerzas para permanecer en el mismo sitio. Si quieres ir a otra parte, tienes que correr lo menos el doble de deprisa. >>

¿Sucederá los mismo con los grillos?

Fotografía de Eduardo Ruigómez - Suelta de grillos en un parque






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