viernes, 15 de agosto de 2014

El frufrú de un vestido de seda

Ernest Renan
<<Nuestro siglo no se está moviendo ni hacia lo bueno ni hacia lo malo: simplemente se dirige hacia la mediocridad>>. Podría ser una cita de la actualidad y sin embargo pertenece al académico francés Ernest Renan, para proclamar el pesimismo de una sociedad cansada cuando ya el siglo XIX empieza a desvanecerse. Tiene claro que es el momento de implicar a las nuevas generaciones. Es necesario escapar de una inercia que contagia la rutina en los diferentes ámbitos de la sociedad. Fallan los estímulos, hay miedos basados en los tiempos revueltos del pasado, el desarrollo insaciable de las empresas fruto de la Revolución Industrial, la desorientación de la fe y el surgimiento de nuevas clases sociales. Huele a cierta deriva en cuestiones de civilización.

© 2013 Eduardo Ruigómez


Pienso en imágenes que reflejen esa sensación de avance sin ruta, como la de un marinero en la niebla: el marinero rema de forma intuitiva, y aunque no vea nada, sí oye el agua. Cada movimiento es un sonido mudo que descifra el contexto, pero no resuelve.

O la bailarina y el frufrú de su vestido de seda cada vez que roza al moverse: se desliza suavemente, evoluciona pasos de danza en un círculo infinito, mientras la melodía mantiene la magia a flote. El frufrú nos mantiene alertos, curiosos. Aún así el tiempo se atasca y surge una sensación de déjà vu...

Un fin de siglo desorientado, durmiendo en la dulce angustia del privilegiado y la urgencia de salidas de progreso.
© 2011 Eduardo Ruigómez


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