miércoles, 16 de septiembre de 2015

Si no puedo bailar, no quiero estar en su revolución

“Si no puedo bailar, no quiero estar en su revolución”, dijo alguna vez la anarquista Emma Goldman, sin imaginar que aquella frase se convertiría en un eslogan feminista de los años 70. Por sus apasionados discursos políticos, la inmigrante judía ya era conocida en los círculos intelectuales de fines del siglo XIX en Nueva York. Pero como a cualquier veinteañera, también le gustaba bailar. En alguna fiesta, uno de sus camaradas le recriminó por hacer movimientos indignos de su doctrina revolucionaria. La chica se enfureció: “Estaba harta de que me arrojaran continuamente la Causa a la cara. Yo no creía que una Causa que defendía un hermoso ideal, el anarquismo -la liberación y la libertad frente a las convenciones y los prejuicios- negara la vida y la alegría”, recuerda Goldman en ‘Viviendo mi vida’, la autobiografía recién traducida al español por la editorial Capitan Swing..."   (sigue leyendo el artículo de El Mundo del 12.09.2014)

Página del periódico El Mundo - Emma Goldman (Kovno, 1869 - Toronto, 1940)

































  

Emma Goldman - Viviendo mi vida (Editorial Capitán Swing)
      

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