Ayer, con el arranque de junio, en el rastrillo Madrid in Love de la calle Fernando VI sentí algo especial, como si todas las cosas llevaran esperando de modo impasible desde 1902 en el edificio de carruajes Lamarca a que las viéramos justo ahora, con todas sus arrugas y la belleza que imprime el tiempo. Un buen plan para las próximas semanas. |
1 comentario:
qué bonito!!!! gracias papi!!!
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