Las sombras chinescas estimulan nuestra imaginación con tan solo la luz proyectada sobre un fondo interrumpida por nuestras manos en movimiento, como un danza de sombras. Pero también podemos ver sombras chinescas a la luz del sol y de la luna: las sombras son nuestras infatigables compañeras de viaje: juegan a nuestro lado creando su propia puesta en escena. La mirada es nuestra herramienta de búsqueda, el movimiento de la sombra el motor de la contemplación.
"Son originarias de Java, aproximadamente unos cinco mil años antes de J.C. Concebidas originalmente como juego infantil, las sombras chinescas dieron vida al teatro de sombras que, procedente de Oriente, se popularizó en Alemania y Francia, y posteriormente en todo el mundo. Las sombras chinescas constituyen uno de los primeros esfuerzos por materializar el ancestral afán humano de reproducir el movimiento sobre una pantalla, y en este sentido pueden concebirse como un remoto antecedente del cine." (Wikipedia)
(Puedes ver mi versión de las sombras chinescas en http://www.eduardoruigomez.com/trampingupanddown.html )
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